CRÓNICA DEL CAMINANTE - La alegría del esfuerzo
- Pablo Tréboles
- 17 jul 2019
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CRÓNICA DEL CAMINANTE - La alegría del esfuerzo
Por: Pablo Tréboles
Sus cabellos blancos como las nieves eternas que cubren a los nevados, sus ojos apacibles como el viento del páramo, su piel arrugada por los años como arrugadas se muestran las montañas, su voz firme como el crujir de una placa de hielo en una alta montaña, su porte tan elegante como el nacimiento de un río en una cumbre, era como ver a toda la cordillera de los Andes reflejándose en una sola persona. Era Fabián Zurita.
Así de impresionado me sentía ante su presencia en la convivencia del Movimiento Juvenil de Cumbres El Sadday, sinceramente nunca me había considerado fan de este gran personaje del andinismo ecuatoriano, conocía su historia, sus logros, pero nunca lo había escuchado hablar, ni conocía su forma de pensar, nunca lo había visto fuera de las historias que me habían contado, esta vez estaba sentado frente a nosotros, apenas a dos metros frente a mí y nos estaba hablando.
Fabián Zurita fue el fundador del Movimiento, en esta charla él nos contaba sobre sus inicios en el montañismo, sobre cómo se le ocurrió la idea de crear un movimiento, pues recalcó con firmeza que El Sadday no es un club de montaña, El Sadday va mucho más allá de subir a la cumbre pues para Fabián detrás de todo el trajín de un ascenso se encuentra un misticismo mágico que solo ciertos ojos escogidos por los Apus han logrado entender, esta idea fue muy emotiva, pues cuando decidí ser montañero hace ya siete años me di cuenta que lo que importa realmente, no es que tan rápido llegas a la cumbre, sino lo que se aprende durante el camino.
“Solo los locos triunfan” dijo Fabián, “sean locos”, nos aconsejó, y esas palabras me cayeron como un amanecer desde la montaña, pues hace dos años me encontraba en un momento de mi vida en donde mi única salvación fue la locura, la locura de salir adelante, de triunfar ante todo pronóstico devastador, fueron las montañas las que me levantaron del piso hace dos años y continuó luchando, escuchar ahora que solo los locos triunfan hizo que me sintiera alegre por vivir esta locura llamada montañismo.
Si señores, los montañeros como los Saddaistas están locos, pues saben renunciar a las cumbres de tierra, de roca o de hielo, para acercarse a cumbres más altas, las cumbres personales, hace dos semanas con El Sadday viví muy de cerca una de esas cumbres y entendí el “Servir es ascender” lo entendí en las sonrisas de unos ancianos de una casa hogar donde el Movimiento había decidido dar una mano, y de eso justamente nos hablaba Fabián, “La montaña es para todos” decía, “yo odio eso de los cupos limitados, todos tenemos derecho” y con cada expresión de este lobo andino, mis mejillas se llenaban de hormigas.
Nos invitó a escuchar la voz del agua, extrañamente hace no mucho tiempo, decidí subir al Pasochoa desde las doce de la noche, por la ruta del refugio de vida silvestre, solo y en silencio me adentraba al bosque y cuando me acercaba al pequeño riachuelo que aquel bosque húmedo esconde, tal vez por el sueño o tal vez porque la naturaleza así lo quiso, pude escuchar un suave susurro que provenía del agua al cruzar el puente ¿era ese susurro la voz del agua?.
A veces buscamos la facilidad, pero la montaña nos enseña que lo más hermoso está después de una dura pendiente “Nunca hay que escoger el camino más fácil, aprendan a vivir la felicidad del esfuerzo” fue otra de las frases de Fabián Zurita, fue la que más me hizo sentir, pues esforzándonos hemos tenido que vivir y estos grandes esfuerzos muchas veces acarrean quejas (¿Tengo que madrugar?, ¿tengo que estudiar todo eso?, ¿porque la vida no puede ser más fácil?, ¿Por qué me pasan estas cosas a mí?) son las quejas más comunes que he escuchado y que incluso yo mismo las he dicho, pero ahora después de escuchar sobre la felicidad del esfuerzo estoy ansioso por ver lo que hay detrás de esta dura pendiente.
Terminamos la charla con una oración de montaña, la oración que Nancy había hecho hace unas semanas en la cumbre del Rucu Pichincha junto a Pablo Viteri, Diana Salguero y yo.
Pude darme cuenta que no solo era yo el que se sentía motivado con la presencia de Fabián, pues amigos y amigas como Salo por ejemplo lo veían con gran admiración, Fabián tenía que irse, me hubiera gustado conversar con él y tomarnos una foto juntos, pero lo único que pude hacer fue estrechar su mano con un apretón firme, luego nos tomamos una foto grupal y Fabián se despidió.
No sé si algún día Fabián Zurita lea esto o algo de lo que escribo, no sé si a alguien le importe o si alguien lo entienda, pero este día sábado 1 de julio del 2017, vi de frente, escuche hablar y sentí
a un espíritu protector de las montañas, a un Apu.
Con mucho cariño y admiración para Fabián Zurita.
Después de la convivencia de El Sadday del 2017 gracias a Cesar Baculima, esta crónica llegó a los ojos de Fabián Zurita, ahora Fabián y yo hemos entablado una buena amistad. En la celebración de los 50 años de El Sadday en el mismo año, tuve la oportunidad de dedicarle unas palabras por haber sido el fundador del Movimiento Juvenil de Cumbres El Sadday y le entregue un pequeño libro con mi "CRÓNICA DEL CAMINANTE - La alegría del esfuerzo".
Waoooo estoy enamorada de este post...! gracias a Pablo Tréboles por crear esta maravilla para una de las personas más importantes para el montañismo en el Ecuador FABIÁN ZURITA "Eres grande" SOY TU FANS #1
Te lo robo jejeje