CRÓNICA DEL CAMINANTE - Cuento de montaña
- Pablo Tréboles
- 20 jun 2019
- 4 Min. de lectura
CRÓNICA DEL CAMINANTE - Cuento de montaña
Por: Pablo Tréboles
En la noche del Sábado 19 de agosto del 2017 extraños seres aparecieron en el campamento: Mashku, Yaku, Pachakamak y el feo Supay caminaban en medio del círculo de caminantes que los veían con ojos de niños, estos seres eran interpretados por Diego, Anai, Ronie, y Diana, quienes se habían preparado arduamente y con mucha dedicación para dar vida a estos personajes de la cultura andina de nuestro país, queríamos cerrar de esa forma el verano de El SADDAY, y preparamos una leyenda dramatizada para hacerlo, al finalizar, el cálido sonido de una armónica se escuchó en la inmensidad de los páramos del Chimborazo.
Habían despertado a las 4am del domingo 20 de agosto del 2017, iniciaban la jornada montañera, en sus mentes las nieves eternas del Carihuairazo, desayunaron, realizaron el calentamiento adecuado e iniciaron la marcha, como en todas las salidas del Verano, Cesar Iba a la cabeza junto con Anahi Ortega (Yaku) seguido por los niños que caminaban entresueños, luego venían los adultos, intercalados iban: Diego Ortiz (Mashku) Ronie Barrera (Pachakamak) y Diana Mayorga (Supay) Saddaistas que habían participado en la dramatización de la noche anterior.
Hasta el amanecer no se veía nada más que la silueta oscura y gigantesca del Carihuairazo, en la parte final de la fila india iban cerrando el grupo Pablo y Edison quienes conversaban con Ramiro Cornejo un viejo lobo de monte que Pablo había conocido en sus días del Club del colegio Montufar, cuando por fin amaneció, a la derecha apareció un gigante vestido de blanco el fuerte Chimborazo, y al fondo del camino de tierra por dónde iban aparecía otro gigante cubierto de nieve, El Sangay extendió un enorme brazo de vapor justo en el momento en que los Saddaistas pasaban, era seguramente su forma de saludar a la distancia.
El camino continuaba en medio del Páramo, Anai iba colocando banderolas para el regreso, mientras que los demás caminantes iban alegres y emocionados por el paisaje que tenían ante sus ojos, las nubes de esa mañana se encontraban altas a ningún cerro tapaban, el hermoso Capacurco aparecía juntó al Sangay, y frente a la fila india el objetivo de todos, el Carihuirazo cubierto de nieve y acariciado por los vientos llamaba a los visitantes.
Así avanzaba Nancy quien observaba a la montaña preguntándose si podría llegar a su cumbre, recordaba con nostalgia que ahí había estado por primera vez en la compañía de Fabián Zurita, y que también había regresado en otras ocasiones con EL SADDAY pero que nunca había estado más arriba de donde empieza la nieve, lo que sucedería esta vez era incierto.
Las alpacas veían curiosas a los caminantes que entre risas se acercaban al gigante que dormía cobijado con una sábana de color blanco, Nancy llego en el primer grupo a las nieves de Carihuairazo, - ¿puedo subir sin crampones? - pregunto al jefe de salida, Cesar contesto que, si podía hacerlo pero que esperara que Diego, Anai, y Ronnie colocaran seguridades a lo largo de la cuesta de nieve que tenían frente a ellos.
Los muchachos ascendieron con velocidad, Diego, como si de verdad fuera el cóndor Mashku estaba encargado de proteger a todos los que se atreverían a subir a la cumbre, Anai, con la calma y suavidad de Yaku hablaba desde lo alto –tengan cuidado, a la izquierda hay una grieta- y Ronie con la tranquilidad del Jatuntaita colocaba una cuerda y empezaba el ascenso.
Nancy se colocó un casco que Pablo le había prestado, era verdaderamente justo que ella hiciera cumbre se podía notar en sus ojos la ilusión que sentía de poder llegar a lo más alto, Nancy empezó a subir.
Por la mente de Pablo pasó la idea de quedarse con el grupo que no subiría, pero su emoción fue más fuerte y sin darse cuenta ya se encontraba siguiendo los pasos de Nancy en la nieve, llegaron 17 personas a una arista, a la izquierda se encontraba la cumbre, el plan era caminar hasta las 10 : 30am eran las 9 : 45 tiempo de sobra para coronar la montaña, los tres seres encarnados en cuerpos humanos Mashku, Pachakamak, y Yaku estaban de pie en los lugares peligrosos para ayudar a pasar al resto de compañeros.
Los caminantes se dividieron en grupos de cinco, pues la cumbre era muy angosta, en el primer grupo iban Nancy, Marcia, Walter, Cesar y Pablo, todos sentían algo y todos tenían diferentes formas de demostrarlo al llegar a la cumbre, pero el caso de Nancy era especial, su emoción era única, se encontraba agitada, levantó los brazos, sus manos hechos puño y dio un fuerte grito de felicidad y orgullo a 5000msnm, demostró de esa forma que no importa que tan alto llegas, o cuanto te tardes en llegar a la cumbre, que lo que importa realmente es lo que sientes.
Una foto del primer grupo, e iniciaron el descenso, en la parte baja de la nieve, los 17 cumbreros realizaron la ceremonia de cumbres, abrazados, junto a Mashku, Yaku y Pachakamak, recitaron él TE DEUM de cumbres.

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